Volkswagen, uno de los principales fabricantes de automóviles del mundo, ha sido víctima de una sofisticada operación de pirateo en una importante brecha de ciberseguridad. Las investigaciones apuntan a que el ciberataque se originó en China, lo que hace temer por el ciberespionaje internacional y sus implicaciones para la industria mundial del vehículo eléctrico.
El ciberataque a Volkswagen se detectó por primera vez a principios de esta semana. Sin embargo, los detalles del incidente no han salido a la luz hasta hace poco, tras las investigaciones del equipo de periodismo de primera línea de ZDF y Der Spiegel.
Según las investigaciones conjuntas de la cadena alemana ZDF y la revista de noticias Der Spiegel, los piratas informáticos lograron infiltrarse en los sistemas informáticos de Volkswagen y desviar gigabytes de datos confidenciales relacionados con los esfuerzos de movilidad eléctrica de la empresa y otras operaciones básicas.
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Volkswagen consiguió recuperar los archivos que los hackers habían enviado a sus servidores y luego los borró. En total, los piratas informáticos habrían robado unos 19.000 documentos.
Los datos robados incluyen información crítica sobre tecnologías y estrategias de producción de vehículos eléctricos propiedad de Volkswagen.
Este robo amenaza directamente la ventaja competitiva de Volkswagen en el mercado de los vehículos eléctricos, en rápido crecimiento, y hace saltar las alarmas sobre el posible uso indebido de esta información.
Los detalles de los datos robados sugieren que los piratas informáticos no eran meros oportunistas, sino que tenían una agenda clara y específica para capturar información tecnológica de alto valor.
Los documentos enumeran los «objetivos identificados» de los piratas informáticos, entre los que se incluyen:
- el desarrollo de motores de gasolina
- el desarrollo de transmisiones
- especialmente transmisiones de doble embrague
Los análisis preliminares de los expertos en ciberseguridad han rastreado las huellas digitales del ataque hasta grupos conocidos por operar desde China.
Aunque todavía no hay confirmación oficial que vincule el ataque directamente con el gobierno chino, la naturaleza y sofisticación de la brecha sugiere la participación de entidades con recursos y capacidades significativos.
Este incidente es un duro recordatorio de la vulnerabilidad de las grandes empresas en una era en la que el espionaje industrial puede tener importantes consecuencias económicas y estratégicas.
La industria del automóvil es especialmente vulnerable a estas amenazas debido a su creciente dependencia de la tecnología digital y los sistemas interconectados. Las empresas del sector están reevaluando ahora sus protocolos de ciberseguridad para prevenir incidentes cibernéticos similares.
Respuesta de Volkswagen
En respuesta a la filtración, Volkswagen ha iniciado una revisión exhaustiva de la seguridad. La empresa colabora estrechamente con expertos en ciberseguridad y organismos internacionales encargados de hacer cumplir la ley para seguir la pista de los autores y evitar nuevas filtraciones de información sensible.
«En ese momento, ya estábamos en proceso de invertir significativamente en nuestra seguridad informática y de reforzarla estratégicamente como parte de los programas de seguridad en curso», dijo un portavoz de VW. «El incidente nos recordó una vez más su corrección y urgencia».
Volkswagen ha asegurado a sus clientes y partes interesadas que se están tomando medidas inmediatas para mejorar las medidas de seguridad y protegerse contra futuros ataques.
Por supuesto que debe haber sido China. Una razón más para culparlos por ir por delante de Europa en desarrollo del coche eléctrico. Muy conveniente.
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