Según Jensen Huang, si Sega hubiera mantenido sus acciones en NVIDIA, la compañía podría haberse convertido en una empresa valorada en torno a un billón de dólares.
Si observamos el mercado actual, NVIDIA es el motor absoluto de la inteligencia artificial, un coloso financiero que supera el PIB de algunos países. Sin embargo, su historia estuvo a punto de terminar antes siquiera de empezar.
Un fragmento de una entrevista a Jensen Huang, que se ha viralizado en la red social X, ha revelado una de las grandes historias en la industria tecnológica.
Sega, la mítica compañía de videojuegos, fue el ángel de la guarda que evitó el cierre de NVIDIA a principios del 2000, pero también protagonizó un error de cálculo financiero que se recordará por décadas.
Y es que en los años 90, NVIDIA no era el referente de hardware que conocemos hoy; era una empresa con malas decisiones a cuestas y la caja prácticamente vacía. Estaban al borde de la bancarrota y su futuro pendía de un hilo.
En ese escenario crítico apareció el acuerdo para desarrollar el chip gráfico de la consola Dreamcast. Aunque la empresa de Huang no terminó fabricando el componente final por problemas de compatibilidad, ocurrió algo inusual.
El CEO de Sega decidió invertir 5 millones de dólares en NVIDIA, a pesar de que el proyecto conjunto no había fructificado como se esperaba. Lo destacable aquí es que no fue una decisión basada en métricas, sino en la intuición y los valores.
De 5 millones a 300… y luego nada
A cambio de esa inyección de capital, Sega recibió un paquete de acciones, donde la jugada parecía maestra cuando, poco tiempo después, decidieron vender su participación por unos 300 millones de dólares.
Y es que convertir una inversión de 5 millones en 300 es un éxito rotundo en un mercado tan volátil como el tecnológico. Nadie tiene una bola de cristal, y en aquel momento, esa liquidez era fundamental para sus propias operaciones.
Parecía el negocio perfecto, sacando una rentabilidad enorme en tiempo récord y asegurando beneficios inmediatos. Sin embargo, poco tiempo después llegó el golpe de realidad que duele al mirar la cotización actual.
Si Sega hubiera tenido la paciencia de mantener esas acciones —o incluso solo una parte significativa de ellas— en su cartera, hoy esa participación valdría un billón de dólares (un trillón en la escala americana).
La compañía hoy no sería solo una desarrolladora de juegos con un gran legado; tendría capital suficiente para comprar a sus antiguos rivales, como Sony o Nintendo, si quisiera.
La volatilidad del mercado
Lejos de mostrar arrogancia o burla por el error de sus antiguos socios, la actitud de Jensen Huang al recordar la anécdota es de absoluta gratitud. Reconoce abiertamente que, sin ese dinero inicial y la confianza depositada en él cuando nadie más lo hacía, NVIDIA no existiría hoy.
Esto nos deja una lección fundamental sobre la paciencia en el mundo de la inversión y los negocios. Sega ganó la batalla obteniendo dinero rápido, pero perdió la guerra estratégica por el dominio tecnológico. A veces, las mejores inversiones son las que se dejan madurar, confiando en el talento y la visión por la que se apostó al principio.
Hoy NVIDIA es una pieza clave en IA, sus GPU están presentes en los grandes centros de datos y en muchos proyectos de aprendizaje automático, y su capitalización bursátil se encuentra entre las más altas del sector tecnológico, es, en general, una de las empresas más importantes del mundo.
Fuentes:
https://computerhoy.20minutos.es/tecnologia/sega-salvo-nvidia-quiebra-era-dreamcast-hoy-podria-haber-sido-una-empresa-multimillonaria_6907433_0.html




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