El mercado laboral
de todo el mundo lleva tres años conteniendo la respiración ante la
revolución que promete la inteligencia artificial generativa. Cuando Open AI presentó Chat GPT en noviembre de 2022, la nueva generación de algoritmos despertó el furor mediático e inversor, mientras una mayoría de expertos y empresarios proclamaban que millones de puestos de trabajo se habían quedado obsoletos. Pero
hoy por hoy, los indicios apuntan a que el impacto negativo de esta
tecnología se concentra en aquellos profesionales que, precisamente, son
los especialistas en desarrollarla. Un golpe que también empieza a
percibirse en España, donde la demanda de programadores se ha desplomado
en un tercio en este tiempo. Sin embargo, el sector aún resiste el
golpe.
- Los programadores han retrocedido del 7,9% al 5,4% de las ofertas
- No hay grandes despidos como EEUU pero siguen perdiendo su posición
- En España sigue habiendo margen para que continúen generando empleo
Según un análisis de Eurostat, el sector de las tecnologías informáticas (TIC) acapara el 10,5% de
las ofertas de empleo publicadas en España en el primer trimestre del
año, frente al 13% registrado en el mismo periodo de 2020 y el 13,5% que
llegó a anotar en el tercer trimestre de 2022. Pero esta caída se
concentra en los desarrolladores de software y aplicaciones, el ámbito más claramente afectado por la IA, que han retrocedido del 7,9% al 5,4%. Es decir, han reducido su peso en la demanda en un 31%.
El resto de los
profesionales TIC, que engloba a técnicos de instalaciones y
mantenimiento de redes, gestores de bases de datos y otros puestos más
centrados en las infraestructuras de la digitalización que en el
desarrollo de algoritmos y programas, también se ha reducido, pero mucho
menos, pasando del 5,6% al 5,1% del total (apenas un 18,7%).

Diferenciar entre
profesionales tecnológicos es clave para precisar el alcance de un
impacto que ya había sido detectado por investigaciones en Estados
Unidos y Reino Unido, que lo vinculan al aumento de la tasa de paro entre los jóvenes recién titulados. Sin embargo, es difícil detectar pautas similares en economías como la española, que arrastran un retroceso notable del paro que, además, partía de niveles mucho más elevados para todas las franjas de edad.
El peso de los profesionales TIC en España es reducido: apenas llega al 4,7% del total de los empleos
en nuestro país, según los últimos datos de Eurostat y permanece por
debajo de la media europea. De estos, más de la mitad (2,7%) del empleo
corresponde a desarrolladores de software y aplicaciones.
Así, si se consideran a estos trabajadores más afectados
en estos años por la inteligencia artificial, la exposición española
alcanza al 52% del empleo tecnológico, levemente superior a la media
europea, del 51%. Por encima del 48% de Alemania, pero muy lejos del 76% de Irlanda y el 65%
de países como Bulgaria y Polonia. Esto apunta a que el desarrollo y
gestión de infraestructuras digitales siguen teniendo un enorme peso en
nuestro país, lo que reduce la exposición a la IA del empleo
tecnológico.

Aquí hay que tener en cuenta que, pese al 'pinchazo' y los despidos en grandes tecnológicas,
los profesionales no tienen problema para reubicarse, ya que el
tecnológico es uno de los sectores con mayor demanda de empleo, ya que
decenas de miles de pymes necesitan reinventarse tecnológicamente.
Esta digitalización a dos velocidades es un salvavidas para los
profesionales, aunque tiene una pega: las empresas en las que aterrizan
pagan menos que las multinacionales.
Esto explica una
paradoja en el empleo de los desarrolladores: que se encuentra en
máximos históricos de empleo con 554.000 ocupados en el segundo semestre, un 63,5% más que a cierre de 2019.
Y un 18,2% más que antes de la aparición de Chat GPT. ¿Cómo es
compatible con un descenso de la oferta y un escenario más hostil a los
profesionales?

Para entender lo
que ocurre hay que fijarse en lo que ocurre en el contexto
internacional. A diferencia de Europa, en Estados Unidos la oleada de despidos de programadores sí afecta al empleo. En 2024 se produjeron más de 126.000 ceses de trabajadores. El Departamento de Trabajo en EEUU proyecta una caída del 11% del empleo de los programadores con 147.000 empleos menos
hasta 2032, solo en este segmento tan específico. Esto vendría, según
la institución, por cómo la IA ha provocado que buena parte de la
programación básica sea mucho más sencilla, derivando en menos
trabajadores necesarios.
Si bien en Europa
no se observa nada semejante, con una industria tecnológica mucho más
pequeña de EEUU, el último informe de OfferZen apunta a un 7,5% de los desarrolladores europeos fueron despedidos en
el último año. Algo que responde más a una reorganización de un sector
que contrata a más gente de que la expulsa. Sin embargo, la realidad es
que, pese a que siguen necesitando trabajadores, la demanda es cada vez
más pequeña en un contexto más hostil los trabajadores permanecen en sus
puestos actuales y no buscan nuevas oportunidades fuera. Una especia de
Gran Retención 'tecnológica'.
¿Una catástrofe inminente?
Este escenario en
el que no se producen despidos pero tampoco contrataciones serían
coherentes con el récord de ocupación de desarrolladores de software en
España: sencillamente, esos profesionales han reducido su rotación, que llegó a alcanzar el 35% según algunos analistas. Entran
a trabajar menos, pero también se reducen los que se van. A efectos de
las estadísticas tiene un efecto de un incremento neto de trabajadores,
aunque en un sector como el tecnológico un freno en su dinamismo supone
un problema: la menor demanda se traduce en una baja de sus salarios.
¿Implica una
catástrofe inminente para los programadores españoles? No
necesariamente. A pesar del retroceso en los últimos años, el peso de
los programadores en las ofertas de trabajo sigue siendo muy superior al que presentan en la ocupación.
El decalaje es el séptimo más alto de la UE más alto de la Unión
Europea después de Luxemburgo, Austria, Alemania, Portugal, Lituania y
Malta.
Esto implica que los profesionales en nuestro país cuentan con un cierto margen no solo para que su empleo crezca, sino
para exigir mejores condiciones. Ahora bien, según se reduzca el margen
entre ocupados y demanda (ya que crece los primeros mientras la segunda
se reduce), esta fortaleza se va diluyendo. Un efecto que ya se percibe
en Estados Unidos y que, sin duda, solo es cuestión de tiempo que
llegue a nuestras estadísticas de empleo.
Fuentes:
https://www.eleconomista.es/empleo/noticias/13576717/10/25/primeras-victimas-de-la-ia-en-espana-la-oferta-de-trabajo-para-programadores-cae-un-31-desde-chat-gpt.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario