Brendan Eich, creador de JavaScript, critica duramente Windows 11 por su dependencia de WebView2 y Electron, argumentando que perjudican el rendimiento, aumentan el tamaño del sistema y deterioran la experiencia de usuario al abandonar el código nativo.

Windows 11 vuelve a estar en el centro de la polémica por su creciente dependencia de tecnologías web para componentes clave del sistema operativo.

Desde aplicaciones populares como WhatsApp, hasta funciones internas como la búsqueda, el menú Inicio o la nueva vista de Agenda del Centro de notificaciones, Microsoft está apostando cada vez más por tecnologías como WebView2 y Electron, una tendencia que ya empieza a incomodar incluso a figuras clave del desarrollo web.

Brendan Eich, creador de JavaScript y CEO de Brave, ha mostrado públicamente su preocupación por este enfoque tras reaccionar a un análisis sobre el rumbo técnico de Windows 11.

Brendan Eich considera que el problema no es la web en sí, sino el uso apresurado de interfaces web en lugar de soluciones nativas. En un mensaje publicado en la red social X, afirmó que el verdadero titular es que “Windows 11 tiene un problema mayor, y es WebView2 o Electron”.

Según el desarrollador, el abuso de estas tecnologías está generando bloat, especialmente cuando se prioriza la rapidez de desarrollo frente a una experiencia de usuario bien optimizada. Aunque admite que las aplicaciones web pueden hacerse bien, insiste en que requieren tiempo, algo que, en su opinión, Microsoft no estaría aplicando.

Eich también respondió a quienes sostienen que el uso de tecnologías web sirve para reforzar el control sobre los usuarios y normalizar los modelos de suscripción. A su juicio, el código nativo es, de hecho, más eficaz para generar dependencia. Para él, el verdadero motor detrás de estas decisiones es el modelo de negocio basado en suscripciones.

Mientras tanto, Microsoft sigue avanzando con elementos web incluso en áreas básicas del sistema. La nueva vista de Agenda del Centro de notificaciones, basada en WebView2, provoca picos de consumo de memoria en procesos relacionados con Edge, lo que ha reavivado las críticas sobre el impacto en rendimiento y experiencia de usuario.