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PostHeaderIcon Velocidad de la memoria RAM, diferencias y cuál es mejor para los videojuegos o trabajar


Elegir la RAM correcta es crucial para el rendimiento de un PC, ya sea para videojuegos o trabajo. La velocidad de la RAM impacta directamente en la fluidez y eficiencia del sistema.

 





Si vas a montar un PC nuevo o quieres que el tuyo rinda más, elegir bien la RAM es clave. No todas funcionan igual ni te dan el mismo empujón de rendimiento.

La memoria RAM es uno de los componentes que más importa e influye en el rendimiento de tu ordenador. De ella depende la fluidez con la que se abren los programas, la rapidez al cambiar entre ventanas o la capacidad para mantener varias tareas al mismo tiempo sin que el sistema se bloquee.

Pero no basta con tener mucha memoria, sino que también importa su velocidad y su tipo, dos factores que suelen generar dudas cuando intentas decidir qué componentes elegir. Hoy existen en el mercado dos generaciones principales: DDR4 y DDR5.


A simple vista parecen iguales, pero su rendimiento y sus características son muy diferentes. La primera es una tecnología veterana, equilibrada y asequible, mientras que la segunda representa el salto hacia un futuro más rápido, aunque también más caro y con requisitos más exigentes de hardware.

Entender cómo influye realmente la velocidad de la RAM en el rendimiento del ordenador, qué diferencias hay entre DDR4 y DDR5, y cuál conviene más según el uso que le des es vital en ciertas circunstancias.

Por ejemplo, si estás pensando en montar un nuevo PC o actualizar el que ya tienes en casa, aquí te contamos todo y te ayudamos a decidir si merece la pena apostar por la última generación o mantener una configuración más clásica, pero igual de eficiente.

Qué papel juega la memoria RAM en el rendimiento del ordenador

La memoria RAM funciona como el espacio de trabajo del sistema, por lo que es donde se almacenan temporalmente los datos que el procesador necesita para ejecutar programas o mantener abiertos varios procesos a la vez.

Cuanta más RAM tengas, más cosas podrá hacer tu ordenador al mismo tiempo sin ralentizarse. Pero su velocidad también influye, donde una memoria más rápida puede mover datos con mayor agilidad, reduciendo los tiempos de carga o mejorando la fluidez general del sistema.

Sin embargo, la velocidad por sí sola no lo es todo, porque factores como la latencia —el tiempo que tarda la RAM en responder a una orden— o la arquitectura del procesador también determinan el resultado final.

En tareas como edición de vídeo, diseño 3D o juegos con entornos complejos, una RAM rápida puede marcar una pequeña diferencia. En cambio, si usas el ordenador para ofimática, navegación o trabajo en la nube, apenas notarás mejora más allá de una buena cantidad de memoria disponible.

DDR4 frente a DDR5

La DDR4 lleva casi una década dominando el mercado, y es que su principal virtud es la estabilidad. Es compatible con una amplia gama de placas base y procesadores, consume poca energía y ofrece un rendimiento equilibrado por un precio razonable.

Sus frecuencias suelen moverse entre los 2.133 y los 3.600 MHz, más que suficientes para un uso cotidiano o incluso para gaming. Además, su latencia baja hace que la respuesta del sistema sea inmediata, algo que sigue valorándose incluso en 2025.

 

La DDR5, en cambio, está diseñada para los procesadores más modernos. Multiplica la velocidad de transferencia —superando fácilmente los 6.000 o 7.000 MHz— y mejora la eficiencia energética gracias a un menor voltaje.

También permite módulos de mayor capacidad, pensados para estaciones de trabajo o equipos profesionales. Pero no todo son ventajas, porque requiere placas base compatibles, tiene una latencia más alta y su precio todavía es superior al de la DDR4.

En la práctica, las diferencias dependen mucho del tipo de uso. Si trabajas con renderizado, simulaciones o programas que manejan grandes volúmenes de datos, la DDR5 ofrece una ventaja real. Sin embargo, para la mayoría de tareas domésticas, la DDR4 sigue rindiendo con solvencia y, sobre todo, sin necesidad de cambiar toda la plataforma.

La velocidad de la memoria RAM: más importante de lo que parece, pero no tanto como crees

La velocidad de la RAM, medida en megahercios (MHz), indica cuántos datos puede mover por segundo, pero no se trata de una carrera de números. Aumentar la frecuencia no siempre significa un salto proporcional en el rendimiento.

De hecho, si la latencia es alta o el procesador no aprovecha ese ancho de banda, los beneficios pueden ser casi imperceptibles. En la mayoría de equipos, la cantidad de memoria es más determinante que su velocidad.

 

Un ordenador con 32 GB de DDR4 funcionará mejor que otro con solo 8 GB de DDR5, incluso aunque la segunda sea mucho más rápida. Aun así, las plataformas más recientes de AMD e Intel sí pueden aprovechar el extra de ancho de banda de la DDR5, especialmente cuando se combinan con tareas que procesan muchos datos al mismo tiempo.

En resumen, la velocidad influye, pero solo hasta cierto punto. Y es que lo esencial sigue siendo tener suficiente memoria y una configuración estable que permita al procesador trabajar sin cuellos de botella.

Jugar o trabajar: qué tipo de memoria te conviene más

Si usas el ordenador para trabajar, estudiar o realizar tareas de productividad, la DDR4 sigue siendo la mejor opción. Su rendimiento es estable, su compatibilidad amplia y su coste más asequible. Es perfecta para equipos de oficina, diseño gráfico ligero o edición de vídeo ocasional, donde la diferencia frente a la DDR5 es prácticamente imperceptible.

Ahora bien, si planeas montar un PC de nueva generación o buscas exprimir al máximo los últimos procesadores, la DDR5 sí tiene sentido. Su mayor velocidad mejora la gestión de datos en programas pesados y ofrece un margen de crecimiento a largo plazo.

Es la elección lógica para profesionales que trabajan con software exigente o para quienes buscan un equipo preparado para los próximos años. En cuanto a los videojuegos, la realidad es que la RAM no lo cambia todo, puesto que los FPS dependen sobre todo de la tarjeta gráfica y el procesador.

La DDR5 puede aportar algo más de estabilidad en juegos de mundo abierto o con texturas muy pesadas, pero las diferencias rara vez superan unos pocos fotogramas por segundo. Un buen kit DDR4 a 3.200 o 3.600 MHz sigue rindiendo igual de bien en la mayoría de títulos.

Equilibrio antes que velocidad

La DDR5 marca el futuro, pero la DDR4 sigue siendo un estándar plenamente vigente. Si tu ordenador actual funciona bien, no tiene sentido actualizar solo por seguir la tendencia. Si vas a montar un equipo nuevo, optar por DDR5 puede ser una inversión a largo plazo, pero tampoco cambiará de forma radical tu experiencia diaria.

En última instancia, lo que realmente importa es encontrar el punto justo entre capacidad, estabilidad y presupuesto. La velocidad de la RAM influye, pero no lo es todo. Si tu ordenador responde rápido, abre programas sin esperas y te permite trabajar o jugar sin problemas, ya tienes lo más importante: una memoria bien equilibrada.

Un detalle clave que muchas veces se pasa por alto es la compatibilidad entre la memoria y la plataforma. Si tu ordenador utiliza una arquitectura AM4, típica de los procesadores AMD Ryzen hasta la serie 5000, no podrás instalar módulos DDR5, ya que las placas base solo admiten DDR4.

Lo mismo ocurre a la inversa: las nuevas plataformas AM5 de AMD o las Intel Alder Lake y posteriores, que ya están diseñadas para DDR5, no aceptan módulos DDR4. No es una cuestión de actualización por software ni de adaptadores, puesto que los conectores físicos, el voltaje y la gestión del controlador de memoria son completamente distintos.

Por eso, antes de comprar RAM, debes asegurarte de que coincide con la generación de tu procesador y la placa base, porque en este caso no hay compatibilidad cruzada posible.

El futuro de la RAM: lo que sabemos de la DDR6

Aunque la DDR5 apenas lleva unos años en el mercado, la industria ya prepara su sucesora: la memoria DDR6, prevista para llegar a partir de 2026 o 2027, coincidiendo con la próxima generación de procesadores de AMD e Intel.

Su desarrollo está liderado por el consorcio JEDEC, el organismo encargado de establecer los estándares de memoria, que ya trabaja en las primeras especificaciones técnicas. Promete duplicar la velocidad de la DDR5, alcanzando cifras cercanas a los 12.800 MHz o más, además de mejorar la eficiencia energética y reducir las latencias.

Se espera que esta nueva generación adopte un sistema de canales más avanzado y un mejor control de voltaje, lo que facilitará una comunicación más rápida y estable entre el procesador y la memoria.

En la práctica, esta evolución está pensada para cubrir las necesidades de los próximos años, donde la inteligencia artificial, el procesamiento de datos en tiempo real y los juegos hiperrealistas requerirán un ancho de banda mucho mayor.

Sin embargo, como ha ocurrido con generaciones anteriores, la transición será gradual, donde la DDR5 seguirá siendo el estándar dominante durante al menos los próximos tres o cuatro años, hasta que los precios y la compatibilidad de la DDR6 se normalicen.

En otras palabras, no necesitas esperar a la DDR6 para montar un equipo potente. Su llegada marcará una nueva etapa, pero aún queda tiempo para que sea una opción real en el mercado.



Fuentes:
https://computerhoy.20minutos.es/dispositivos/velocidad-memoria-ram-diferencias-cual-mejor-para-jugar-trabajar_6661665_0.html

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