Dos jóvenes de 20 años han sido detenidos por la Policía Nacional en Valencia por presuntamente haber accedido de forma ilegal al sistema informático de la Universitat Politècnica de València (UPV) apropiándose previamente de las claves de unos cuarenta profesores. Su objetivo era subirse las notas. Utilizaron un hardware keylogger [registra las pulsaciones en el teclado], para acceder a las cuentas de 40 profesores y modificar las calificaciones.

Detenidos dos estudiantes en Valencia por robar contraseñas a 40 profesores  para cambiarse la notas

Los arrestados son, según un comunicado del instituto armado español remitido a los medios, presuntos autores de los delitos de acceso ilícito a datos y programas informáticos daños informáticos, descubrimiento y revelación de secretos, usurpación de estado civil y falsedad de documento público. En total, cinco delitos. Los detenidos, sin antecedentes policiales, han sido puestos en libertad tras declarar.

Según un comunicado de la Policía, los detenidos, de 20 años, son presuntos autores de los delitos de acceso ilícito a datos y programas informáticos, daños informáticos, descubrimiento y revelación de secretos, usurpación de estado civil y falsedad de documento público.



La investigación policial comenzó tras hallarse un dispositivo keylogger en uno de los ordenadores de la universidad valenciana, capaz de interceptar y recopilar las pulsaciones realizadas en el teclado del equipo. De este modo, según los investigadores, los dos detenidos habrían conseguido reunir las contraseñas de acceso a la intranet universitaria de unos cuarenta profesores, las cuales también daban acceso a sus correos electrónicos.



Los policías averiguaron que las calificaciones de muchos exámenes y trabajos suspendidos en un primer momento, posteriormente aparecían como aprobados con una buena nota en las actas, para lo cual presuntamente interceptaban el mensaje de aviso de cambio de nota que el sistema informático enviaba al docente, evitando que éste se percatara. Las calificaciones finales eran publicadas en las actas oficiales sin que nadie se percatase del fraude.