Se espera que los hallazgos puedan ayudar a los profesores a pillar a los estudiantes que cada día están haciendo trampas en escuelas, colegios y universidades de todo el mundo, presentando como suyos los ensayos generados por máquinas.

Y eso que la línea entre la escritura humana y la escritura de las máquinas continúa difuminándose día tras día. "Desde su lanzamiento público, ChatGPT ha generado una considerable ansiedad entre los docentes, quienes temen que los estudiantes lo usen para escribir sus tareas, y lo cierto es que no disponen de herramientas para detectar con fiabilidad los textos creados por IA", explica el profesor Ken Hyland, de la Escuela de Educación y Aprendizaje Permanente de la UEA.

"En respuesta a estas inquietudes, quisimos comprobar con qué precisión la IA puede imitar la escritura de ensayos humanos, centrándonos especialmente en cómo los escritores interactúan con los lectores", explica Hyland.

Durante el análisis de los 145 ensayos escritos por estudiantes y los otros 145 generados por ChatGPT, los investigadores trataron de encontrar lo que denominaron 'marcadores de compromiso', como preguntas y comentarios personales. "Descubrimos que los ensayos escritos por estudiantes reales presentaban una amplia gama de estrategias de participación, lo que los hacía más interactivos y persuasivos. Estaban llenos de preguntas retóricas, comentarios personales, y apelaciones directas al lector, todas técnicas que mejoran la claridad, la conexión y producen un argumento sólido", explica Hyland.

Sin embargo, los ensayos escritos por ChatGPT, aunque eran lingüísticamente fluidos, eran más impersonales. "Imitaban las convenciones de la escritura académica, pero no lograban dotar al texto de un toque personal ni demostrar una postura clara", explica el investigador de la UEA.

De hecho, la Inteligencia Artificial tendía a evitar las preguntas y limitaba los comentarios personales. En general, eran menos atractivos, menos persuasivos y carecían de una perspectiva sólida sobre un tema. "Esto refleja la naturaleza de sus datos de entrenamiento y sus métodos de aprendizaje estadístico, que priorizan la coherencia sobre los matices conversacionales", añade Hyland.

Existe el temor de que ChatGPT y futuras herramientas de escritura con IA puedan debilitar las habilidades básicas de alfabetización y pensamiento crítico de los estudiantes. Pero a pesar de sus deficiencias, los investigadores creen que la IA debería usarse como una ayuda para la enseñanza. "Cuando los estudiantes vienen a la escuela, la universidad o la facultad, no solo les enseñamos a escribir, les enseñamos a pensar, y eso es algo que ningún algoritmo puede replicar", agrega el profesor Hyland.