Donald Trump ha anunciado que Estados Unidos permitirá a Nvidia enviar sus chips de inteligencia artificial H200 a algunos clientes en China y otras partes del mundo, siempre que se quede con parte del pastel. Avance: no es poco.

Así lo recogen medios como CNBC, que señalan que el presidente estadounidense permitirá enviar sus procesadores a clientes aprobados en China y otros lugares del mundo con la condición de que Estados Unidos obtenga el 25% de esos ingresos.

"¡El presidente Xi ha respondido positivamente!", ha señalado el mandatario en una publicación compartida en su perfil personal de su propia red social, Truth, insistiendo en que esta política respaldará los puestos de trabajo estadounidenses, fortalecerá la industria manufacturera de Estados Unidos y beneficiará a los contribuyentes estadounidenses.

Con ello, el presidente estadounidense ha aprovechado para mandar una pullita a su predecesor, Joe Biden, asegurando que su Administración obligó a las grandes empresas estadounidenses "a gastar miles de millones de dólares en la fabricación de productos degradados que nadie quería, una idea terrible que frenó la innovación y perjudicó a los trabajadores estadounidenses".

Para terminar, con su ya habitual lema Make America Great Again, Trump ha avanzado que el Departamento de Comercio está ultimando los detalles de medidas similares que planea aplicar a AMD, Intel y "otras grandes empresas estadounidenses", aunque no ha concretado a cuáles.

"Un equilibrio meditado"

Este tipo de decisiones siempre tienen un impacto en las acciones de la compañía y, en este caso, se sabe que subieron el lunes, tras darse a conocer la noticia de que el Departamento de Comercio iba a aprobar las ventas a China.

Posteriormente, redujeron sus ganancias y, finalmente, las acciones subieron alrededor de un 2% después del cierre. A pesar de ello, desde la marca confían en que esto supone un paso hacia adelante para la marca y han aplaudido la decisión de Trump "de permitir que la industria de chips de Estados Unidos compita para apoyar empleos bien remunerados".

Por el momento, se desconoce cuándo se pondrá en marcha esta medida ni cómo se aplicará esta normativa y si afectará, de alguna manera, a las relaciones entre Trump y Huang.

Un triunfo para Nvidia

A pesar de que Nvidia va a pagar cara la comercialización de sus chips en China por la parte de beneficios que pretende quedarse Estados Unidos, la compañía puede apuntarse un tanto en cuestiones de éxito, ya que hace solo unos días fue noticia por haber logrado casi lo impensable.

Y es que Huang ha tenido que meterse en aspectos políticos para frenar lo que, en su opinión, iba a ser un auténtico desastre, que no es otra cosa que una ley estadounidense que pusiera trabajas a la venta de sus chips de inteligencia artificial.

El problema tenía nombre propio, GAIN AI Act, un proyecto que buscaba que empresas como Nvidia y AMD dieran prioridad a compradores estadounidenses antes de vender sus chips al extranjero.

Con ella, se pretendía proteger a Estados Unidos en la carrera global de la IA, principalmente frente a China, pero una medida como esa solo podría tener consecuencias mucho más que negativas, como ralentizar la innovación, complicar la logística y hasta perjudicar la seguridad nacional.

"La regulación de la IA a nivel estatal paralizaría esta industria", advirtió Huang, insistiendo en que algo así solo "crearía un problema de seguridad nacional". "Si nosotros no estamos, Huawei ocupará nuestro lugar. Es una de las mejores tecnológicas del mundo y entrará en el mercado sin dudarlo", añadió el presidente de la tecnológica en otra entrevista.