"De ninguna manera podría seguir pagando una factura así", dice una mujer de Baltimore. En las zonas de Estados Unidos cercanas a grandes concentraciones de centros de datos, el precio mayorista de la electricidad ha subido hasta un 267% en los últimos cinco años. Para sorpresa de nadie, los consumidores están asumiendo estos costes en la factura de la luz.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, aseguraba que, a las 12:33h, durante cinco segundos, “desaparecieron súbitamente” 15 gigawatios (GW) de la red eléctrica, lo que equivale al 60% de toda la energía que se estaba consumiendo en ese momento en España. Esa pérdida repentina de potencia fue tan brusca que el sistema eléctrico no pudo compensarlo, provocando una desconexión en cascada que dejó sin luz a millones de personas. Aunque el presidente de España, Pedro Sánchez, afirma que no hay información concluyente, las especulaciones sobre un posible ciberataque se mantienen en el aire.

El instituto público regional Minnechaug de Massachusetts lleva año y medio con las luces inteligentes encendidas las 24 horas del día, porque se han estropeado y... no se pueden apagar.

Los centros de datos consumen cantidades ingentes de energía y por ende, generan una mayor contaminación en el medio ambiente. Cada año se incrementan las necesidades de potencia y consumo, hasta el punto en que llegará un momento donde no será viable. Por ello, la Comisión Europea de la UE está buscando reducir el impacto climático de los centros de datos y HPC enviándolos al espacio.

Algunos SSD NVMe son propensos a la pérdida de datos durante un apagón. Según las pruebas realizadas en 4 SSDs, dos de las unidades perdieron los datos después cuando se les cortó la energía eléctrica, en concreto fueron el SK Hynix Gold y el Sabrent Rocket.