Programas y juegos de Windows en Linux: configurar y ejecutar Wine

Uno de los principales problemas con los que nos podemos encontrar al pasar de Windows a Linux es con la falta de nuestros programas favoritos. Muchos programas, como Office o Photoshop, no están disponibles para las distros como Ubuntu. Y lo mismo ocurre con los juegos, ya que, aunque podemos instalar Steam, y otras tiendas, el número de títulos que funcionan en Linux es muy limitado. Esto se debe a la ausencia de librerías y dependencias de Windows dentro de este sistema operativo. Y esto es justo lo que pretende solucionar Wine.

Inicialmente, Wine pretendía ser un emulador de Windows para Linux. Sin embargo, WineHQ no «emula» un entorno completo de Windows dentro de Linux, sino que simplemente provee las librerías e instrucciones necesarias para poder cargar y procesar los binarios compilados para el sistema de Microsoft. Por ello, el acrónimo de este software cambio por «Wine Is Not an Emulator«.

Qué es Wine en Linux

Este software es capaz de cargar aplicaciones desde Windows 3.x hasta Windows 11, tanto en 16 como en 32 o 64 bits. Cuenta con prácticamente todas las librerías oficiales del sistema de Microsoft, y nos permite importar nuestras propias librerías fácilmente en caso de tener que hacer algún programa con dependencias especiales. También cuenta con un sistema de aceleración gráfica que permite desde dibujar las ventanas de las aplicaciones hasta ejecutar juegos.

Wine se ha convertido en uno de los programas esenciales para cualquier usuario de Ubuntu, o cualquier otra distro Linux además de para los usuarios de Mac que tienen la necesidad de utilizar aplicaciones que únicamente están disponibles para Windows. A pesar de ser un proyecto sin ánimo de lucro, es de alabar que prácticamente todos los meses recibe algún tipo de actualización añadiendo mejoras o nuevas funciones.

Y así es como podemos instalarlo y configurarlo, aunque es probable que, en primer lugar, nos interese saber con qué aplicaciones de Windows vamos a poder contar. Si esperas poder utilizar Word o Photoshop, Wine no es la solución, ni Wine ni ninguna otra plataforma nos permitirá disfrutar ni de las aplicaciones de Microsoft en Linux (aunque esto puede cambiar en futuro viendo la apuesta de la compañía por Linux) y mucho menos las aplicaciones de Adobe, que, depende en gran medida de la potencia de las gráficas de los equipos. Si bien es cierto que en la actualidad podemos descargar e instalar drivers oficiales de los principales fabricantes, parece que a Adobe no le interesa apostar por Linux, ya que en va en contra de sus principios al ser todas sus aplicaciones de pago.

Cómo descargar e instalar Wine

Bajar Wine Staging desde GitHub

A continuación os vamos a mostrar todos los secretos y entresijos que nos propone este programa que básicamente nos permite ejecutar programas de Windows en nuestro equipo basado en Linux. Como veis, tenemos al alcance de la mano varios métodos para descargar e instalar la aplicación como tal en nuestro PC. Todo ello dependiendo de la versión que necesitemos o deseemos utilizar, incluyendo aquellas de prueba que incorporan las más recientes funciones desarrolladas por sus creadores.

Pero también podemos echar mano de un fork algo más completo que tenemos la posibilidad de descargar desde la plataforma de código abierto, GitHub. Esto es algo que podemos llevar a cabo de forma directa desde este mismo enlace. En concreto os hablamos de Wine Staging, y como suele ser habitual, desde aquí también tendremos acceso al código fuente de la aplicación en sí. En este caso nos encontramos con un software de código abierto y gratuito que se basa en Wine, cuya principal diferencia es que incluye una buena cantidad de funciones adicionales y correcciones.

Todo ello con el fin de ofrecernos una mejor experiencia y sencillez de uso al tiempo que estabilidad. Además si ustedes arrolladores nos prometen un programa de actualizaciones más periódico para así beneficiarnos de todas las mejoras que se vayan lanzando cuanto antes.

Cómo configurar Wine

Una vez instalado Wine, ya podremos empezar a ejecutar programas de Windows dentro de Linux. Sin embargo, si queremos que estos funcionen correctamente, tendremos que saber cómo configurar adecuadamente la herramienta.

Esto es algo que afectará directamente a nuestra experiencia con el programa y al rendimiento que podremos sacar del mismo a la hora de ejecutar aplicaciones Windows en el sistema Linux. Dependiendo del tipo de aplicaciones que nos dispongamos a poner en marcha, es recomendable que ajustemos determinados parámetros por ejemplo los relacionados con el audio y el vídeo para así evitar problemas en la ejecución como tal.

Configuración inicial

Ya tenemos Wine instalado en nuestra distro Ubuntu. Pero antes de empezar a usarlo hay que realizar una primera configuración de la herramienta. En esta configuración se preparará el sistema para poder ejecutar las apps de Windows y se bajarán ciertos componentes (como Wine-Mono o Gecko) necesarios para que ciertos elementos, como .NET, puedan funcionar.

Para iniciar esta configuración inicial ejecutaremos el siguiente comando:

winecfg

Veremos una ventana que nos indicará que el programa está siendo configurado. Esperamos a que termine, o a que veamos alguna ventana que nos pida permiso para instalar dependencias. Hacemos clic sobre el botón «Instalar» de todas ellas para que el propio asistente se encargue de bajar y copiar todo lo necesario.

Es posible que, al intentar abrir un archivo EXE, nos encontremos con un mensaje de error de la propia distro en el que nos indica que no tenemos permiso para ejecutar dicho archivo. Esto es muy común, sobre todo, con los ejecutables que descargamos de Internet, y es que, por seguridad, vienen con este permiso deshabilitado.

Para habilitarlo, tenemos dos opciones diferentes. La primera de ellas, y la más sencilla, es hacer clic con el botón derecho sobre el .exe, abrir su ventana de propiedades y, en el apartado de permisos, marcar la casilla de «Permitir ejecutar el archivo como un programa«. Si, por otro lado, somos de los que nos gusta trastear con el termina, podemos habilitar estos mismos permisos usando el comando chmod. Podemos hacerlo tanto con el valor 1 como con el 3, 5 o 7. Lo más común es usar el clásico comando «chmod 777» seguido del archivo (en nuestro caso, el EXE) que vamos a ejecutar.

Trucos para usar los programas de Windows en Linux

La capa de compatibilidad que nos aporta Wine es muy buena, pero lejos de ser perfecta. Por ello, antes de entrar en la instalación y uso de la herramienta, queremos hablaros de una serie de consejos, recomendaciones, o «trucos» con los que podremos asegurarnos de sacarle el máximo provecho a este programa.

• Usar siempre la versión estable. Aunque hay varias betas, con novedades y mejoras, si no queremos errores, problemas y cuelgues inesperados es recomendable usar siempre la última versión estable del programa.
• Comprobar la compatibilidad antes de instalar. Casi seguro que el programa, o juego, que vamos a abrir ya lo ha probado alguien. Así, comprobando la compatibilidad en WineHQ, podremos ahorrar mucho tiempo y evitar disgustos.
• Instalar los programas en las unidades virtuales. Estas las crea el programa automáticamente, y con ellas evitaremos posibles problemas de compatibilidad con el sistema Linux.
• Usa los «Wineprefixes». Estos perfiles permiten instalar varias aplicaciones de Wine a la vez, y tener configuraciones diferentes para cada una de ellas. Un básico para evitar conflictos entre aplicaciones.
• Usa «winetricks». Gracias a este podremos instalar bibliotecas adicionales de Windows necesarias para que los programas y los juegos funcionen correctamente en Linux.
• Domina el archivo «winecfg». Desde él podremos cambiar la configuración de audio, gráficos, red, controladores y otras opciones.

Preparando Wine para Photoshop con Winetricks

Photoshop tiene una calificación «Gold» en WineHQ, lo que significa que funciona bien con algunos ajustes. Por ello, si nos encontramos con algunos problemas a la hora de usar Photoshop en Linux, con las fuentes o con las librerías, winetricks es nuestro aliado.

Para configurarlo correctamente, debemos abrir un terminal y realizar en él los siguienbtes ajustes:

• Instalar fuentes básicas de Microsoft: winetricks corefonts
• Instalar librerías de Visual C++ necesarias: winetricks vcrun2012 vcrun2013
• Ajustar la configuración de Wine: ejecutamos «winecfg», y en la pestaña «Librerías», añadimos «msvcp120» y «msvcr120», estableciéndolas como «(nativa, integrada)».

Al volver a ejecutar el programa, podremos ver que ahora funciona perfectamente. Aunque la configuración depende de cada programa, este proceso demuestra cómo winetricks resuelve dependencias específicas que los programas necesitan y que no vienen por defecto en Wine.

Posibles problemas con Wine

A pesar de los esfuerzos que sus desarrolladores han puesto en este proyecto a lo largo de los años, en ocasiones nos podemos encontrar con algunos fallos en su funcionamiento.

Fallos con las librerías

Por ejemplo estos pueden hacer referencia de manera directa a las librerías que utilizan los juegos o programas que ejecutamos a través de Wine. Es por ello que en la mayoría de las ocasiones cuando nos disponemos a utilizar esta aplicación, sea recomendable instalar algunas herramientas adicionales como Winetricks.

Esta evita que tengamos que instalar obligatoriamente las bibliotecas DLL por nuestra cuenta al ejecutar software. Asimismo otra solución software muy interesante que podemos instalar es PlayOnLinux. Aquí nos encontramos con un complemento que resuelve problemas y configura Wine de la mejor forma posible para un software en concreto.

También nos podríamos hacer con el software Mono para poder instalar aplicaciones que dependan de .NET en Linux. De esta manera evitamos problemas inesperados a la hora de ejecutar aplicaciones y juegos en Linux mediante esta vía y agilizar el proceso.

Wine no se ejecuta en Linux o se cierra

Ya hemos visto que la utilidad de esta potente, a la vez que veterana, aplicación para ejecutar software de Windows en Linux, es enorme. Tanto para usuarios noveles como para los más avanzados del sistema operativo de código abierto. Sin embargo, en ciertas ocasiones nos podemos encontrar con que el programa no se ejecuta correctamente aquí. Las razones de todo ello pueden ser varias y tenemos que buscar el camino más sencillo para resolverlas.

Problemas de compatibilidad

Por un lado, deberíamos asegurarnos de que estamos descargando la más reciente versión de Wine para así evitar problemas de compatibilidad con el sistema operativo en el que lo hemos instalado. Igualmente, se puede dar el caso de que intentemos ejecutar algún programa del sistema de Microsoft que presenta incompatibilidades en esta plataforma, por lo que no funcionaría correctamente. Otro apartado que deberíamos tener muy en consideración es la arquitectura de Wine que estamos intentando ejecutar y que sea compatible con el sistema, es decir, de 32 o 64 bits.

Pero los problemas no acaban aquí. También es importante tener en cuenta que podemos encontrarnos con algunos problemas de compatibilidad a la hora de intentar usar, por ejemplo, componentes de hardware con controladores privativos, como tarjetas gráficas NVIDIA, o algunas funciones de algunos periféricos.

Igualmente, aunque muchos juegos pueden funcionar con Wine, si el juego utiliza algún tipo de DRM, sobre todo si es muy agresivo (como Denuvo), o herramientas anti-trampas (Anti-Cheat), no solo el juego puede no funcionar, sino que incluso podemos acabar baneados.

Y también hay software que, por mucha capa de compatibilidad que pongamos, no va a funcionar de ninguna manera. Hablamos, por ejemplo, de programas como escáner o impresora, que dependen mucho de Windows, librerías internas y controladores.

Wine deja de funcionar correctamente

Puede ocurrir que, a medida que usamos esta herramienta, cambiamos configuraciones e instalamos programas, por algún motivo deje de funcionar correctamente. En ese caso, lo que debemos hacer es forzar al programa que vuelva a regenerar toda su configuración y todas sus dependencias para que todo pueda volver a funcionar.

Para ello, lo que tenemos que hacer es borrar la carpeta «.wine», que se encuentra dentro de nuestro directorio principal. O, por seguridad, en vez de borrarla cambiarle el nombre por «.wine.backup». Una vez hecho esto, Wine ya no tendrá un directorio válido, y su configuración tendrá que volver a regenerarse. Para ello, en un terminal ejecutamos el comando «winecfg» que ya hemos visto y la configuración de este programa volverá a generarse automáticamente.

Además, si hemos apostado por el cambio del nombre de la carpeta, dentro de .wine.backup tendremos todos los programas y todos los datos ahí guardados, para recuperarlos en caso de querer. Si no, cuando veamos que todo va bien, podremos borrar la carpeta por completo.

Otra forma de reiniciar la configuración de esta herramienta es crear un nuevo «wineprefix» de cero donde ejecutar programas y herramientas concretas. Esto podemos hacerlo ejecutando un comando como el siguiente:

WINEPREFIX=$HOME/.foobar winecfg

Y, por último, si no queremos crear un nuevo wineprefix, y lo que queremos es arreglar el nuestro, también podemos intentarlo reseteando todas las DLL usando el siguiente comando:

winetricks alldlls=default

Seguridad en Wine

Otro punto importante del que debemos hablar cuando nos referimos a esta herramienta es la seguridad. Linux se caracteriza por ser un sistema bastante más seguro que otras alternativas, como Windows. Pero en el momento en el que modificamos el sistema, empiezan los problemas.

Lo normal es que un malware diseñado para Windows no pueda afectar a Linux. Es más, el ejecutable ni siquiera se podrá ejecutar en este sistema. A no ser, claro, que lo hagamos a través de una herramienta como es Wine. Al contar con esta capa de compatibilidad por encima de Linux, es posible abrir la puerta a amenazas que, de otra forma, no nos podrían tocar. Así, si ejecutamos un programa infectado en Wine, todo nuestro sistema Linux puede verse comprometido.

Cómo desinstalar Wine

Wine es muy útil, pero también hay que admitir que es un programa bastante pesado. Y si instalamos muchas dependencias en el PC (como los .NET, por ejemplo), también puede ocuparnos mucho espacio. Por ello, si no vamos a utilizar este programa, vamos a poder desinstalarlo fácilmente. Para ello, lo único que debemos hacer es ejecutar el siguiente comando (cambiando «stable» por la versión que hayamos instalado anteriormente):

sudo apt-get remove –purge winehq-stable

El propio sistema se encargará de desactivar y borrar por completo todo el programa. Además, debemos eliminar las siguientes carpetas de configuración y de caché a mano para liberar espacio. Debemos asegurarnos de mostrar los archivos ocultos con el atajo de teclado Control + R.

• .wine (dentro de nuestra carpeta personal)
• ./.wine
• ./.config/menus/applications-merged/ (cualquier directorio que empiece por «wine»)
• ./.local/share/applications/wine
• /.local/share/desktop-directories/wine*
• ./.local/share/icons/ (todos los archivos .xmp)

Una vez hayamos eliminado todos estos archivos debemos ejecutar los siguientes comandos, en orden, para terminar de borrar Wine del PC:

sudo apt update sudo apt autoclean sudo apt clean sudo apt autoremove

Y, por último, podemos eliminar manualmente el repositorio que hemos añadido desde las fuentes de software de este Linux.

Diferencias entre Wine, CrossOver y Cedega

Aunque a grandes rasgos los tres programas pueden parecer similares, el padre de todos, donde se visualizó la posibilidad de instalar los programas de Windows en Linux y se llevó a cabo dicha tarea, fue Wine. Obviamente, como hemos visto, no se trata de un programa perfecto, y tiene muchos aspectos que mejorar, desde la interfaz hasta la usabilidad y la compatibilidad. Pero, a pesar de ello, es el proyecto que escoge la mayoría de los usuarios.

Por otro lado, CrossOver es un programa comercial que se basa en Wine, pero que busca mejorar esta experiencia de usuario que deja un poco que desear el programa original. Los responsables del proyecto comprueban a fondo todas las actualizaciones y trabajan para automatizar al máximo las configuraciones para todo tipo de programas. En vez de tener que configurar nosotros mismos la instancia, este proyecto la configura por nosotros. Al estar basado en Wine, cuando se lanza una nueva versión de este, con mejoras y novedades, estas terminan llegando igualmente a CrossOver. Eso sí, se trata de un programa MUY caro.

Por último, tenemos otro proyecto similar llamado «Cedega». Este proyecto robó el código fuente de Wine, aprovechando un vacío en la licencia, y cerró su código para convertirse en un proyecto comercial. Con el tiempo presumió de ofrecer mucha mejor compatibilidad con juegos que el proyecto original, pero al final no ha sido así. De hecho, desde 2009 no recibe ninguna actualización.

Si tenemos que elegir, la mejor opción de todas es Wine, ya que el resto de los proyectos disponibles, se basan en él. Además, detrás de la aplicación se encuentra una amplia comunidad de usuarios, por lo que, si tenemos cualquier duda o pregunta, podemos pasarnos por su página web y buscar preguntas similares en el foro. Eso sí, si esperamos que algún momento aplicaciones como Office o Photoshop puedan ejecutarse en Linux a través de Wine, ya podemos esperar sentados, mejor acostados, porque ese momento nunca llegará.

Es mejor Wine o la virtualización

Es normal plantearse esta pregunta cuando el objetivo principal es ejecutar programas de Windows en Linux. Como hemos visto, Wine permite ejecutar aplicaciones de Windows directamente desde Linux sin necesidad de un sistema operativo adicional. Esta es una de sus grandes ventajas, además de ser menos exigente con los recursos que necesita para lograrlo. La gran desventaja de Wine, como hemos visto anteriormente, es lo limitado que puede ser para algunos usuarios en función de los programas que necesite tener instalados.

La virtualización es diferente, al usar herramientas conocidas como VirtualBox o Vmware. La diferencia es que con este método tendremos un entorno completo de Windows dentro de Linux. Es decir, que las limitaciones de compatibilidad desaparecen por completo, pudiendo instalar y ejecutar cualquier programa que sea compatible con Windows. Hablamos también de un ambiente más controlado, ideal para hacer pruebas o mantener activo algún programa o función de Windows.

Hay que tener en cuenta que aunque parezca que este método es mejor, todo dependerá de las necesidades del usuario y del equipo. Decimos esto porque la virtualización consume muchos más recursos del sistema, lo cual puede hacer que el rendimiento baje considerablemente. No hay que olvidar que para su uso permanente, necesitaremos un clave de Windows, que sera diferente para cada entorno virutalizado.

Serás tú como usuario es que tenga que sopesar los pros y las contras de cada sistema. Aunque nos hemos centrado en Wine, un uso más a menudo del entorno de Windows en Linux puede requerir que te plantees otras opciones. Los dos principales argumentos que tendrás que poner en la balanza es la relación entre compatibilidad y consumo de recursos y posibles costes adicionales.

Relación con Proton y CrossOver

WINE es un proyecto de código abierto, bajo licencia GNU GPL, en su código contribuyen numerosos desarrolladores, así como compañías que aportan parches o mejoras constantes. Además, algunos proyectos se nutren de WINE o WINE de ellos, como por ejemplo:

• Proton: es una herramienta desarrollada por Valve, basada en WINE y optimizada para la ejecución de juegos de Windows en Steam en sistemas operativos como Linux. Utiliza WINE para traducir las llamadas del sistema Windows en comandos que los sistemas Linux pueden entender. Proton también incorpora mejoras específicas para juegos, como optimización de gráficos y compatibilidad con controladores, lo que permite a los usuarios de Linux jugar títulos de Windows que normalmente no serían compatibles. En resumen, Proton es una versión especializada de WINE que se centra en la ejecución de juegos de Windows en Linux, especialmente a través de la plataforma Steam.
• Crossover: es una versión comercial de WINE, desarrollada y soportada por CodeWeavers. Ofrece soporte adicional, mejoras de rendimiento y compatibilidad para aplicaciones de Windows en sistemas basados en Linux y macOS. A diferencia de WINE, que es gratuito, Crossover es de pago y está diseñado para usuarios que buscan soporte profesional y una solución más pulida para ejecutar aplicaciones de Windows. Crossover utiliza el código de WINE, pero ofrece un paquete con soporte, actualizaciones y algunas mejoras específicas para garantizar una mejor experiencia al usuario.

Otros proyectos también se han nutrido de WINE o WINE de ellos, cabe mencionar ReactOS, que es un sistema operativo similar a Windows y conpatible con su software, pero de código abierto… También tenemos proyectos que se basan en WINE como Bottles, Play On Linux, Lutris, etc.

Componentes importantes de WINE