A día de hoy, los videojuegos pueden llegar a costar más que las películas más caras de Hollywood, pues hay un buen número de estudios y compañías que están dispuestas a gastar ingentes cantidades de dinero para crear sus obras. Los videojuegos triple A pertenecen a este sector y podríamos decir que esta tendencia apareció a finales de los años 90, pero de forma muy puntual. Un ejemplo claro lo tenemos con Final Fantasy VII, creado por Squaresoft en el año 1997 y que les costó de desarrollar entre 40 y 45 millones de dólares, una cifra muchísimo mayor que prácticamente cualquier otro juego en esa época. Si a esto le añadimos los estimados 100 millones de Marketing, tenemos un juego que casi costó 150 millones de dólares.

Pues bien, esa cifra a día de hoy es superada por muchos de los juegos AAA que vemos, pues por ejemplo Cyberpunk 2077 costó más de 400 millones en total y Call of Duty: Modern Warfare 2 de 2009 costó más de 200 millones. Estos juegos más actuales se venden por 60 y 70 euros, siendo un coste muy elevado para los jugadores que quieren adquirirlos. Por si eso fuese poco, Andrew Wilson, el CEO de EA, ha mencionado que están investigando una forma de añadir publicidad a estos juegos triple A. Como imaginarás, esto tiene el propósito de generar más ingresos por parte de estos juegos, que suelen comprarlos millones de personas.

Ya hay varios videojuegos que tienen publicidad mientras jugamos mostrada de forma directa o indirecta al jugador