El arresto del CEO de Telegram, Pavel Durov, el pasado verano fue un punto de inflexión para la popular aplicación de mensajería. Desde entonces, según investigaciones recientes, la empresa ha empezado a compartir más datos de usuarios con las autoridades, algo que no pasa desapercibido para quienes valoran su privacidad.

Pavel Durov, fundador y CEO de Telegram, fue arrestado el pasado 25 de agosto en París, Francia, acusado de no colaborar en la lucha contra las actividades criminales que presuntamente se llevan a cabo a través del servicio de mensajería. La forma en que fue llevada su detención, justo después de que su jet privado aterrizara en el aeropuerto París-Le Bourget, hizo pensar que las autoridades francesas fueron avisadas de dicho viaje.

Pavel Durov salió del calabozo, pero las condiciones para su puesta en libertad no han sido conocidas hasta un poco después. El CEO de Telegram, que fue arrestado en Francia este pasado fin de semana en el aeropuerto de Le Bourget, ha tenido que pagar una fianza de 5 millones de euros y tendrá prohibida la salida del país. Asimismo, Durov deberá presentarse ante las autoridades dos veces por semana.

Durov, nacido en San Petersburgo cuando aún existía la Unión Soviética, tiene una fortuna estimada de 15.500 millones de dólares, según Forbes.