Las dos compañías propiedad de Musk alegan en su escrito que los usuarios de iPhone "no tienen motivos" para descargar aplicaciones de IA creadas por terceros, ya que la empresa los "obliga" a usar ChatGPT de OpenAI como su aplicación de chatbot predeterminada cuando deciden habilitar el sistema personal Apple Intelligence. Musk considera que con el acuerdo entre ambas compañías Apple y OpenAI "han cerrado el mercado" para mantener su posición de dominio e impedir que "innovadores" como X (Grok) y xAI compitan en inteligencia artificial.

"Si no fuera por su acuerdo exclusivo con OpenAI, Apple no tendría motivos para no dar más visibilidad a la aplicación X y al chatbot Grok en su tienda digital", dice la demanda. Hace unos días Musk amenazó con demandar a Apple debido a que, en su opinión, la compañía se está comportando de una manera que "hace imposible que cualquier empresa de IA, excepto OpenAI, alcance el número 1 en la App Store, lo cual constituye una clara violación de las leyes antimonopolio". Ese mensaje en X publicado el 12 de agosto tiene notas de la comunidad donde se demuestra que DeepSeek y Perplexity alcanzaron el primer puesto en la App Store meses más tarde de que Apple y OpenAI anunciaran su alianza.

Después de que Musk amenazara con demandar a Apple, cosa que finalmente ha hecho, Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, dijo en X que a sus oídos había llegado que Elon Musk manipula X para su propio beneficio y el de sus empresas, y para perjudicar tanto a sus competidores como a las personas que no le gustan. Altman se ofreció a pedir disculpas a Musk por su acusación si este firmaba una declaración jurada diciendo que nunca había ordenado cambios en el algoritmo de X para perjudicar a sus competidores o ayudar a sus empresas. La propuesta no obtuvo respuesta.

El litigio de Elon Musk contra Apple y OpenAI es un capítulo más en la cruzada que el magnate mantiene contra la compañía de inteligencia artificial que ayudó a fundar. Entre sus iniciativas tenemos una demanda contra OpenAI por abandonar su propósito de crear una inteligencia artificial en beneficio de la humanidad, y la presentación de una oferta para hacerse con la organización que controla y gestiona OpenAI a cambio de 97.400 millones de dólares. Esta última propuesta fue rechazada rápidamente, pero su objetivo era dificultar la transición de OpenAI de una compañía sin ánimo de lucro a una que busca el beneficio.

Capítulo aparte merece la rivalidad que hay entre Musk y Altman, que en más de una ocasión se han enzarzado en público haciendo uso de la red social X.