Hubo un tiempo en el que conectarse a la red requería paciencia, un módem que hacía ruidos extraños, varios minutos de espera… y mucha fe. Porque si alguien descolgaba el teléfono en casa, la conexión se perdía.

Fue en España de mediados de los 90 donde InfoVía, una red creada por Telefónica, cambió el tablero de juego. Sin necesidad de tarifas imposibles ni equipos avanzados, esta red permitió que miles de personas experimentaran por primera vez el nuevo mundo digital.

InfoVía, el primer internet masivo en España

En 1995, el operador español lanzó una red nacional que funcionaba de forma simple, pero revolucionaria, bastaba con marcar el 055 desde tu módem para entrar a internet. No importaba dónde vivieras, ni el proveedor que tuvieras. 

El sistema creaba una especie de conexión abierta para cualquier usuario. Con un módem doméstico, un ordenador de sobremesa y el software adecuado, podías navegar por la red. Si tenías suerte y la conexión no fallaba a la primera, podías acceder a servicios como el correo electrónico, Telnet, FTP, o navegar con navegadores como Mosaic o Netscape.

Eso sí, las velocidades alcanzaban hasta 28.800 bps, lo que hoy suena ridículo. Una simple imagen tardaba minutos en cargar, y una web con algo de contenido gráfico podía hacerte pensar que el ordenador se había colgado, pero en aquel entonces, tener internet en casa era casi imposible.

Lo realmente innovador de InfoVía fue que, por primera vez, navegar era posible sin arruinarte. El coste era el de una llamada local: 139 pesetas por hora durante el día, 106 pesetas por la noche. No era barato, pero comparado con los proveedores anteriores, era un salto asequible.

En solo dos años, más de 100.000 personas ya usaban InfoVía en España, donde se conectaban a través de más de 800 proveedores. Para muchos, fue su primer contacto con la red, aunque como ya mencionamos, no todos se lo podían permitir.

Si viviste esa época, lo recordarás bien, donde si querías conectarte a internet, pero alguien estaba usando el teléfono, o peor, te conectabas y justo alguien descolgaba el fijo, ya no podías navegar y tenías que volver a empezar.

El proceso era ruidoso y lento, el módem emitía pitidos, como una impresora, y a veces fallaba. Otras veces, tardaba tanto que pensabas que no iba a funcionar, todo esto mientras esperabas en silencio, con los dedos cruzados.

Luego, no bastaba con encender el ordenador, había que tener el software instalado, el navegador bien configurado y que el sistema operativo no se colgara en mitad del proceso. Los más habilidosos sacaban provecho, mientras que el resto, simplemente lo intentaban una y otra vez.

Las webs eran básicas, texto plano, algo de HTML, imágenes en baja calidad y GIF animados que tardaban eternidades en cargar. Nada de vídeos, nada de música en streaming, solo contenido estático. Y sin embargo, era emocionante.

Muchos usuarios optaban por conectarse de noche, cuando las tarifas eran más bajas y nadie hablaba por teléfono. Si bien la conexión era más lenta, pero al menos no te arriesgabas a tener discusiones familiares por haber ocupado la línea.

InfoVía Plus y el salto al siguiente nivel

En 1999 llegó InfoVía Plus, una versión mejorada que adaptó la red a los nuevos tiempos. Permitía velocidades de hasta 56 kbps, gracias a los módems con tecnología V.90. Ya no se usaba un número único, había nodos locales repartidos por toda España, con su propio número de acceso.

Gracias a esto las conexiones eran más estables, además, se podían realizar a través de RDSI (a 128 kbps) o incluso desde el móvil mediante GSM, aunque eso era más lento aún.

A finales de los 90, el panorama cambió por completo con la liberalización de las telecomunicaciones que trajo nuevas operadoras, tarifas planas, velocidades más altas y llegaron las conexiones que no ocupaban la línea telefónica. 

Fuentes:

https://computerhoy.20minutos.es/moviles/ni-fibra-optica-ni-5g-era-conectarse-internet-infovia-espana-cuanto-costaba-1476982