La revolución de los coches autónomos avanza a un ritmo frenético. Este tipo de conducción que no requiere de la acción humana apunta a ser algo muy presente en la carreteras del futuro, y hay muchas empresas que ya están empezando a utilizar su tecnología en este tipo de vehículos. En muchas ciudades ya se habla de la creación de una red de taxis sin conductor o auténticos enjambres de vehículos autónomos encargados de entregar paquetes.

Sin embargo, hay un aspecto en que los creadores de coches eléctricos no se han dado cuenta: estos vehículos son una oportunidad de oro para el narcotráfico. El transporte y distribución de droga es uno de los negocios ilícitos que más dinero mueve en todo el mundo, y durante décadas se han ido creando diferentes rutas de transporte y distribución en ciudades de todo el mundo. Hasta ahora, eran necesaria la acción de las "mulas", personas que transportaban el material ilegal de un sitio a otro a cambio de una compensación económica, y asumiendo la totalidad del riesgo.

¿Pero qué pasa si el riesgo desaparece? Con los vehículos autónomos se elimina por completo la necesidad de la acción humana, y con un itinerario bien programado, estos coches están perfectamente capacitados para transportar todo tipo de cargas entre ciudades. Lo único que es necesario es eliminar la información de quién está programando ese vehículo, pero teniendo en cuenta las virguerías que pueden hacer hoy los hackers, sobre el papel no parece algo excesivamente complicado. De legalizarse este tipo de coches en la vía pública, es muy probable que empiecen a captar la atención de todo tipo de negocios clandestinos que requieran una red de transporte.

Los coches autónomos pueden programarse con todo lujo de detalles, y permiten editar todo tipo de itinerarios

Y aún por encima, la ley todavía no está bien definida. Hace no mucho un oficial de policía se quedaba sin habla al comprobar que un vehículo que había cometido una infracción no tenía conductor. Desde el punto de vista de la ley es difícil encontrar un culpable en este tipo de situaciones, ya que no es un error humano o una violación de las normas hecha deliberadamente, es algo más parecido a un bug informático.

Y teniendo en cuenta que los coches están cada vez más cerca de ser ordenadores con ruedas, la legislación también tendrá que cambiar al respecto. No está claro si acceder a la información que contiene un coche puede autónomo considerarse como una violación de la intimidad del propietario, así que quizá la policía requiriese una orden de registro cada vez que uno de estos coches mostrase comportamiento sospechoso.

Botón de apagado

Una persona puede mostrar nerviosismo y delatarse a sí mismo en un control antidrogas, pero un coche autónomo no. Esa es una de las grandes razones por las que la policía comienza a tomarse este tema en serio. En EEUU ya hay productoras de coches autónomos que trabajan con la policía para ofrecer acceso a un "botón de apagado" especial, que permite a las fuerzas de seguridad detener el coche incluso de forma remota.

Es poco probable que los grandes criminales del sector pongan su mercancía pronto en coches de este tipo, pero si los avances siguen su curso, podría convertirse una nueva red de transporte ilegal, sin riesgo y que ofrece un control total de forma remota.

Fuentes:

https://www.mundodeportivo.com/urbantecno/tecnologia/hay-algo-en-lo-que-no-han-caido-los-fabricantes-de-coches-autonomos-son-un-paraiso-para-los-narcotraficantes